Traducido por Mariá José Puerta
Empezar el prólogo hablando del fin de Bertha sería un enfoque que no haría justicia a la figura de la actriz. Bertha fue mucho más que una víctima perseguida por el nacionalsocialismo.
Se convirtió en actriz en los mejores teatros del mundo germanohablante y entusiasmó a los espectadores de cine en la primera mitad de los años veinte con el nombre artístico de “Sybil Morel”. Fue escritora y, una vez finalizada su carrera en la pantalla, escribió una novela que supuso una despiadada denuncia a la industria cinematográfica: Amor en el estudio de cine sonoro (título original “Liebe im Tonfilmatelier”).
Sitúo este libro al principio de mi breve biografía sobre Bertha, que nació en 1892 y fue asesinada en un campo de exterminio nazi en 1942. Como se puede ver por las fechas, en 2022 se cumplieron 130 años de su nacimiento y 80 de su muerte. Este es el motivo que me ha llevado a publicar la novela como libro electrónico, con el deseo de conmemorar a Bertha y su extraordinaria vida, que comenzó en el Imperio alemán, culminó en la República de Weimar y terminó violentamente bajo el nacionalsocialismo.E-Book
La novela Amor en el estudio de cine sonoro fue publicada en 1933 por la editorial Karl Goldmann de Berlín. Se trata de un libro delgado de 200 páginas. Las palabras del título aparecen en la sobrecubierta en letra cursiva roja, sobre una foto tomada de una película de cine: Una pareja de aire distinguido está sentada en un café o restaurante mirándose con ternura a los ojos con una copa de champán. El texto bajo la foto promete al lector una mujer de belleza encantadora como protagonista de la historia, una visión de la vida de las estrellas de la gran pantalla y el glamour del mundo del cine.
Los espectadores contemplaban con asombro las fotografías vivientes que se desplegaban en ferias y parques de atracciones. Los cortos, entretenidos y sin grandes pretensiones, podían verse por unos pocos céntimos. Apenas 20 años más tarde, cuando Bertha se puso por primera vez delante de la cámara, 100 empresas producían ya en Alemania unos 300 largometrajes al año, satisfaciendo, junto con las películas extranjeras, el ansia del público por espectáculos de luz siempre novedosos. A principios de los años 30, cuando Bertha rodó sus últimas películas, 2.000.000 de espectadores acudían diariamente a los cines alemanes, que vendían 730 millones de entradas anuales. En comparación, en 2019 solo se vendieron 117 millones de entradas en Alemania.
Cuando las estrellas de cine se desplazaban a una ciudad, los aficionados acudían en masa a las estaciones. En las sesiones de autógrafos se formaban colas de varios cientos de metros. Fotografías de directores, actores y actrices colgaban de las casas. Periódicos y revistas informaban regularmente de cada paso y cada frase de los favoritos de la pantalla, algunos de los cuales eran prácticamente idolatrados. Cuando el féretro de Rudolph Valentino pasó por Nueva York en septiembre de 1927, cientos de miles de personas se agolparon en las calles. En algunos lugares, la aglomeración en las aceras era tal que se rompieron escaparates.
Estos antecedentes explican el auge de la literatura de entretenimiento en torno al tema del cine. La novela de Bertha, Amor en el estudio de cine sonoro, es uno de los más de 70 títulos que aparecieron en el mercado editorial entre 1913 y 1933. Además, se publicaron relatos por entregas en diarios, periódicos y revistas. Los textos abordan temas como la trayectoria para hacerse un hueco en el cine, el descubrimiento, el estrellato, las disputas entre actrices y actores rivales, los amoríos entre directores y actrices, los aires de grandeza y los escándalos.
Pero eso no era todo lo que tenía que ofrecer este género: en los años veinte, el largometraje con una trama cerrada, decorados y vestuario elaborados, era un formato joven cuyas condiciones de creación despertaban la curiosidad del espectador. Lo que hoy damos por sentado tenía entonces un aura de misterio. Por eso, la literatura más o menos sofisticada que usaba el cine como tema central, ofrecía también a los lectores una visión sobre la producción cinematográfica. ¿En qué consistía el trabajo del director en el estudio? ¿Qué tenía que hacer el cámara, entonces llamado operador? ¿Cuáles eran las tareas del montador? ¿Qué técnicas se utilizaban para conseguir los más diversos efectos?
A primera vista, la portada y el texto publicitario sugieren que Amor en el estudio de cine sonoro encaja perfectamente en el contexto de la literatura cinematográfica que acabamos de esbozar. De hecho, la novela de Bertha forma parte de la corriente literaria dominante y, sin embargo, se desmarca de ella. Una de las particularidades más importantes: La novela no fue escrita por alguien ajeno a la industria cinematográfica que sólo tuviera un conocimiento superficial o de segunda mano sobre el mundo del cine, sus estructuras y sus reglas. Bertha era una persona central en dicho universo, pues había aparecido en unos 50 papeles principales y secundarios delante de la cámara entre 1918 y 1932 y estaba íntimamente familiarizada con los aspectos claros y oscuros del negocio del cine.
Anuncio de cine de la película
La Santa Mentira ("Heilige Lüge")
con Sybil Morel y Otto Gebuhr
en el periódico
Neue Mannheimer Zeitung con fecha 10.12.1927.
Sybil relató sus propias experiencias en Amor en el estudio de cine sonoro. La novela sobre la joven Lotte Werder, que rompe con su burguesía para convertirse en estrella de cine, describe la inmensa atracción que ejercía la industria cinematográfica sobre las mujeres jóvenes, la lucha por los papeles, los preparativos en el estudio de cine para el rodaje, las grabaciones bajo los focos, los viajes a lugares exóticos en el extranjero, el montaje de las secuencias para terminar una película, las proyecciones de estreno en los grandes palacios del cine, las estrellas sobre la alfombra roja en medio de una ráfaga de flashes de fotógrafos, los vítores del público tras la actuación. Bertha incorporó a la trama innumerables detalles de su carrera como actriz. Un ejemplo de ello son los capítulos en los que Lotte visita el Baile de Cine de Berlín, pasa temporadas de rodaje en Rumanía o conoce a compañeros de reparto, a los que Bertha creó inspirándose en sus antiguos compañeros de rodaje.
En general, se trata de obras en las que mujeres solteras quieren dedicarse al cine para convertirse en estrellas. Sin embarga, este no es el caso de Bertha: Lotte está casada y es madre de una hija pequeña. Ve en una carrera en la gran pantalla una oportunidad de conseguir el dinero que tanto necesita para mantener a su familia. Para ello, deja plantados a sus seres queridos, que se oponen a sus planes. Esta historia resultaba inusual para la época, cuando muchos lectores consideraban que la principal tarea de una mujer casada era cuidar de su marido y de sus hijos.
La novela de Bertha también es excepcional porque escenifica con detalle el lado oscuro del negocio del cine. A mi modo de ver, ninguna otra obra narrativa de los años veinte y treinta critica tan despiadadamente la industria cinematográfica. En Amor en el estudio de cine sonoro, la industria está principalmente orientada a las ventas y a la producción de películas como mercancías fabricadas en serie. Los actores y actrices son medios de producción que se abandonan y sustituyen sin piedad en cuanto la industria deja de necesitarlos. La novela también trata el tema de los extras y figurantes que tienen que mendigar cada día para obtener los papeles más pequeños y lograr, así, llegar a fin de mes. Si sus esfuerzos no tienen éxito, se enfrentan al desempleo y al declive social.
Fred Koster considera a Lotte una presa fácil que debe someterse sexualmente a él a cambio de una oportunidad profesional. La crueldad con la que Koster explota su posición de poder en la industria para someter a las mujeres a sus deseos sexuales recuerda a los poderosos del cine cuyos delitos sexuales fueron denunciados por el movimiento Me Too hace unos años. A raíz de este movimiento, se desató una ola creciente de mujeres en todo el mundo que denunciaron haber sufrido agresiones y coacciones similares, poniendo de manifiesto que la violencia sexual en la industria cinematográfica, dominada por los hombres, era un fenómeno global y un secreto a voces.
Filmmächtigen
La selección de actores o casting tiene una larga tradición. Ya en tiempos de Bertha se sabía que en la industria cinematográfica los responsables exigían a las mujeres actuaciones de corte sexual para tener mayores oportunidades profesionales o de empleo. Sin embargo, incluso entonces, se guardó silencio sobre este tema candente. En el mejor de los casos, se aludía al tema brevemente o se trataba en episodios aislados de libros contemporáneos o películas, como, por ejemplo, Filmprinzeß (1919), de Rosa Porten, Tanz ums Licht (1925), de Walter J. Bloem, Die große Sehnsucht (1930), de Stefan Szekely, y Maria Weidmann (1933), coprotagonista de la película de Grete Garzarolli (es decir, Grete Scheuer). Según mis averiguaciones, Bertha fue la primera que trató este asunto como un tema principal. Es obvio que la novela de Bertha trata principalmente sobre la experiencia Me Too de Lotte, el resto de la historia tiene una importancia secundaria. Bertha describe con detalle cómo Koster la acosa, expone sus trampas y, finalmente, el acto de agresión en sí. Si Bertha describió sus propias experiencias en la novela, y en qué medida, es algo que no podemos determinar a partir del material original del que disponemos actualmente.
Con Amor en el estudio de cine sonoro, Bertha recordaba con rabia sus catorce años en la industria cinematográfica. Durante su redacción, Bertha debió de darse cuenta de que la novela sería vista por la industria como un ajuste de cuentas y que estaba obstaculizando su propio futuro profesional. Ya no podría volver a la gran pantalla.
La novela de Bertha se publicó en la serie
Novelas de mujeres. En dicha serie, la editorial Goldmann publicó literatura ligera creada por mujeres y para mujeres. En Amor en el estudio de cine sonoro se nota que Bertha, a diferencia de las demás autoras de la serie, no era una escritora profesional y tuvo dificultades para relatar la historia de Lotte de forma rutinaria: Los picos de suspense no están creados de forma muy efectiva, algunos personajes están construidos de forma demasiado unidimensional, las imágenes lingüísticas son a menudo forzadamente llamativas... Pese a ello, en su nueva edición digital la novela es una interesante contribución para cinéfilos y especialistas en cine desde el punto de vista de la edad dorada del cine alemán. A su vez, los lectores sin una conexión específica con el cine se entretendrán con la inusual y variada historia, en la que los elementos dramáticos y cómicos están estrechamente entrelazados.
En mi esbozo biográfico, que continuaré en este sitio web a intervalos irregulares, tengo intención de exponer cómo Bertha consiguió cumplir su sueño de toda la vida de convertirse en actriz a pesar de sufrir un golpe del destino a una edad temprana, cómo completó su formación como actriz, cómo emprendió después una carrera en los escenarios, cómo acabó en el mundo del cine, cómo llenó las salas en calidad de estrella de la pantalla durante unos años, cómo sucesivamente disminuyeron las ofertas de papeles y cómo, al final de su carrera, se realizó la película Amor en el estudio de cine sonoro. En el capítulo correspondiente, explico detalladamente qué elementos de la trama de la novela se inspiraron en qué experiencias de la vida de Bertha y en qué personalidades históricas se basaron sus personajes.
En el último capítulo del esbozo biográfico, se puede leer que Bertha fue incluida en el grupo de alemanes que tuvieron la desgracia de ser considerados judíos según la definición del nacionalsocialismo. Por ese motivo, fue estigmatizada, privada de sus derechos y marginada por los nazis y sus ayudantes en los años treinta. Bertha no huyó a la emigración, sino que permaneció en Alemania. En 1941, ocho años después del estreno de Amor en el estudio de cine sonoro, los nazis y sus cómplices la deportaron de Berlín al gueto polaco de Łódź. Allí, la otrora célebre actriz sobrevivió a un otoño y un invierno llenos de hambre y frío antes de ser asesinada en el campo de exterminio de Chełmno en mayo de 1942.
En el bosque de Rzuchów, cerca del campo de exterminio de Chełmno: fosa común.
Fotografía: Christian Hartmeier 2022
Bertha dejó huella como actriz. Su nombre se ha conservado en carteles de teatro y de cine, su aparición en fotos de revistas y sus interpretaciones en las reseñas de los críticos. Tres importantes producciones cinematográficas en las que participó están disponibles en DVD (Opium [1919], Der alte Fritz [1928], Unter der Laterne [1928]). Su novela vuelve a estar disponible como libro electrónico, y a ello se puede añadir ahora mi esbozo biográfico. La memoria de Bertha sigue viva.
Opium (estreno el 15 de febrero de 1919), papel protagonista, "Sin/Magdalena"
Unter der Laterne (estreno el 4 de septiembre 1928), papel secundario, "Die Alte"
Der alte Fritz - Friede (estreno 3 enero 1928), papel secundario, "Frau Enke"
Haga clic en la portada para acceder a Amazon.
La situación era diferente para las mujeres, hombres y niños que fueron deportados de Berlín junto a Bertha. Salvo algunas excepciones, estas personas fueron incapaces de llamar la atención. Se trataba de personas corrientes que no interesaban a nadie más allá de su círculo familiar y de amigos. Sus nombres sólo figuran en las listas de deportación de los perpetradores. Por ello, me gustaría utilizar mi esbozo biográfico para recordar a todos los alemanes judíos que, una mañana de octubre de 1941, fueron obligados a emprender, al igual que Bertha, un viaje al gueto y, por tanto, hacia una muerte casi segura: el obrero Fritz Walter Salomon, la contable Dora Kurzweg, el sastre Aron Geizmann, el vidriero Simon Ehrmann, la enfermera Else Rothschild. Haré mención de los nombres de los 1084 deportados más adelante en este artículo.
Llevo un cuarto de siglo investigando a los Gotthelft, que regentaban una imprenta y publicaban un diario en Kassel. El hecho de que Bertha era en realidad Sybil Morel, una estrella del cine mudo, fue algo que averigüé hace dos años y medio de la mano de Ulrike Emigh, nieta de Ernst, el marido divorciado de Bertha.
En un principio, tenía previsto publicar la novela y la biografía corta en 2022, en el 130 aniversario del nacimiento de Bertha y el 80 aniversario de su muerte. Sin embargo, esa meta era prácticamente imposible de cumplir teniendo en consideración mi ambicioso y ajetreado calendario, ya que sólo podía dedicarme a Bertha a tiempo parcial, es decir, después del trabajo, los fines de semana y en vacaciones. También investigaba y escribía en el autobús de cercanías, en mis trayectos diarios de ida y vuelta al trabajo. Me habría gustado profundizar mucho más en el estudio de los archivos, pero no pude hacer más. La falta de bibliografía especializada resultó ser otra dificultad. La poca información que existe sobre Bertha está tan plagada de errores que no podía basarme en ella como fuente fidedigna. Así que empecé casi desde cero.
Pude indagar en algunos aspectos, pero en otros no. Intenté rellenar las lagunas reconstruyendo un posible pasado. Los pasajes sobre la infancia de Bertha en Mannheim son un buen ejemplo de ello. Primero utilicé las libretas de direcciones para averiguar dónde vivía Bertha, luego los planos de la ciudad y de los edificios, así como material visual, para de algún modo intentar comprender lo que la actriz veía y vivía. Por último, visité los lugares en cuestión para obtener mis propias impresiones personales. Mi reconstrucción también incorporó las formas de pensar, el comportamiento y el estilo de vida típicos de la clase social en la que creció Bertha. Esto me dio una imagen aproximada sobre la infancia de Bertha en Mannheim a principios de siglo. Para reconstruir otros aspectos de su vida, me basé en diarios y recuerdos de testigos de la época que habían vivido experiencias similares. Los lectores entendidos reconocerán fácilmente que mis descripciones sobre la discriminación de Bertha como judía en Berlín a principios de la década de 1940, antes de su deportación, se basan en las notas de Edith Marcuse. La hermana del escritor y filósofo Ludwig Marcuse vivía con su madre, al igual que Bertha, y en sus diarios registró vívidamente la vida cotidiana de los judíos berlineses bajo la persecución del régimen.stró vívidamente la vida cotidiana de los judíos berlineses bajo la persecución del régimen.
Mi esbozo biográfico no es más que una primera aproximación a Bertha. Sería para mí una enorme satisfacción que mi trabajo motivara a uno o dos lectores a profundizar e indagar en la existencia de Bertha. Estoy convencido de que aún queda material por descubrir, que yace latente en archivos y en Internet, cuyo análisis aclararía, ampliaría y seguramente también corregiría mis hallazgos.
Este artículo en línea irá apareciendo en entregas sueltas en la medida que mi tiempo y energía lo permitan. Si desea recibir información sobre la continuación, envíeme un mensaje a través del formulario de contacto. Una vez publicados todos los episodios, los plasmaré en un libro electrónico, con corrección de erratas y estilísticamente mejorado, que se publicará en Amazon, al igual que la novela. Este es solo el comienzo de una serie de varios episodios sobre la familia judía Gotthelft.
Me gustaría agradecer a las siguientes mujeres su contribución al proyecto Bertha/Sybil:
Ulrike Emigh, nieta de Ernst, el marido de Bertha, ha aportado valiosas sugerencias e información a este artículo, ha consultado material de archivo sobre la época de Bertha en el teatro de la corte de Mannheim y ha escrito un artículo para el libro electrónico en el que describe los increíbles rodeos que dio para descubrir que es descendiente de los Gotthelft. Ulrike también se ha encargado de traducir la novela de Bertha al inglés. La traducción está disponible como libro electrónico desde febrero de 2024.
Silvia Benuzzi, bisnieta de Wilhelm Gotthelft, organizó y coordinó el rodaje de largometrajes y series de televisión para la televisión italiana durante casi 20 años. Nuestras conversaciones me demostraron que muchos aspectos de la novela de Bertha siguen siendo relevantes 90 años después de su publicación. La contribución de Silvia al proyecto Bertha también consistió en traducir
Amor en el estudio de cine sonoro al italiano. El libro electrónico en este idioma está previsto para enero de 2025.25.
María José Puerta se ha encargado de traducir la novela para los lectores españoles, en paralelo a sus numerosos compromisos profesionales y familiares. Su admirable disciplina y su entusiasmo siempre contagioso por la vida y la obra de Bertha me han ayudado a superar muchos momentos de desánimo y falta de motivación. El libro electrónico en español también está previsto para enero de 2025.
Katarzyna Bareja me acompañó a Polonia como chófer, intérprete e interlocutora. En Łódź, acudimos en busca de rastros al antiguo gueto, así como al campo de exterminio de Chełmno nad Nerem, donde Bertha y su madre Adelheid fueron asesinadas. Sin el compromiso y el gran esfuerzo de Katarzyna, el viaje habría resultado mucho menos fructífero. Aquí encontrará un informe sobre nuestros días en Polonia.
Einen Bericht über unsere Tage in Polen gibt es
hier .
También quiero dar las gracias a mi esposa, Jutta Wekenmann, que ha permitido que los Gotthelft formen parte de nuestra familia durante muchos años.
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